Panstories: Volviendo a casa (Paulina Castello)
- panhelp
- 4 may 2020
- 3 Min. de lectura

Voy a contarles solo un día de esta cuarentena que quedara en mi memoria para siempre. Con muchas vicisitudes, miedos, tensiones y sorpresas. Les adelanto que la historia tiene un final feliz para que no se preocupen de entrada.
Por circunstancias que no se si interesan a esta relato quede varada en Buenos Aires sin poder tomar mi avión de regreso a Neuquén, que se canceló en varias oportunidades.
Me di cuenta que no podría regresar hasta el final de la cuarentena, sin saber cuándo seria pero seguramente mucho más de lo que se va anunciando. Cuanto más tarde regresara, mayor seria mi riesgo de enfermar en el traslado.
Yo soy médica se imaginaran que debía regresar a mi lugar y a mi trabajo.
Se presenta la oportunidad de hacer el viaje por tierra en un remis y no habiendo otras opciones decido aceptarlo.
Llevaba mis permisos y mis matriculas para pasar los controles que se pudieran presentar en el camino.
El remis me busca a las 4 de la madrugada Veníamos muy bien y con buen horario hasta La Pampa. Allí comienza un derrotero espantoso. La policía que se encontraba en la Ruta Nacional Numero 5 había hecho un bloqueo (no estoy segura, pero creo que no puede bloquearse una Ruta Nacional dado que no es provincial y la provincia no tiene jurisdicción sobre ella), solo dejaba pasar a la gente que era de la provincia. Los permisos no se consideraron. Tampoco dejaron pasar a una bióloga molecular que iba a Bariloche a regresar a su trabajo y que seguramente la necesitarían y mucho en esa localidad por el Covid19. Nos desviaron dos veces teniendo que hacer casi 400 kilómetros de más desde Buenos Aires a Neuquén rodeando completamente la provincia de La Pampa
Una de los temas que más me preocupo, más allá de que no miraban ningún papel o permiso o nada que uno quisiera mostrarles, es que ellos se acercaban mucho, no respetaban para nada la distancia reglamentaria eran muchos y ninguno tenía ningún tipo de protección. Siendo que estaban viendo durante muchas horas, muchas personas y autos que querían pasar, así como camioneros, seguramente estaban poniéndose en riesgo (ellos y nosotros) y llevando consigo tal vez el Covid a sus contactos familiares.
Nadie iba a detenerse o parar en La Pampa solo pasar y ahorrar muchos km. Todos teníamos permisos. No era posible y quedarse allí era arriesgarse a enfermar. Al ver su comportamiento, decidí hacer los kilómetros de más y seguir viaje ya que en Neuquén hay toque de queda y debía llegar antes de las 20 hs.
En la provincia de Buenos Aires en ningún momento tuve problemas y en la de Rio Negro todos los policías estaban con protección, fueron sumamente amables y nos ayudaron en todo lo que pudieron.
Pude llegar a mi casa antes de las 20 hs Pero la tensión del viaje, lo largo, el esfuerzo del remisero, que fue un capo, y el ver normas tan diferentes en las distintas localidades que tuvimos que atravesar, con elementos de protección personal tan distintos me hizo sentir, que las reglas no son claras, hay una diversidad enorme de posturas, según con quien uno se cruce, no están unificados los criterios y tampoco parece que así se logre el objetivo que es evitar la contaminación.
Obviamente hubo más anécdotas en el camino, pero no quiero agotarlos solo decirles que hay mucha gente que quedó varada en diferentes lugares del país y seguramente todos con historias similares a la mía. Ojalá todo esto pase pronto y podamos regresar a nuestras rutinas.
Cuídame que yo te cuido.
Saludos, Paulina.
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